5 Ventajas de estudiar unas oposiciones en la biblioteca

Si estás inmerso en el universo del opositor ya sabrás que elegir el lugar adecuado para estudiar no es una tarea nada fácil. Y es que, tal y como vimos en el post  “5 consejos para estudiantes de oposiciones”, el espacio de estudio puede influir a la hora de preparar los exámenes. Para aquellos que no conseguís concentraros en casa, las bibliotecas pueden ser una buena alternativa para mantener un ritmo constante durante las oposiciones.  ¿Pero cuáles son sus ventajas?

Menos distracciones. Las redes sociales o el correo electrónico son algunas de las principales fuentes de procrastinación. Los biblio-adictos lo tienen claro: nada de dispositivos móviles encendidos. Por eso, si quieres formar parte de esta comunidad desconecta el Wi-fi o deja el móvil en casa.

Pausas activas. Se tratan de descansos breves para recargar pilas y desconectar. Abandonar tu asiento, salir a tomar el aire y realizar algún tipo de estiramiento pueden ayudarte a liberar el estrés articular y muscular que se acumula tras muchas horas de estudio. Cuando estás en casa, este tipo de pausas no son tan efectivas porque puedes distraerte con cualquier cosa.

Silencio acogedor. En líneas generales, la capacidad de memorización se refuerza en un ambiente relajado y en silencio. Entre otros beneficios, el silencio permite que nuestro cerebro se mantenga descansado. Te recomendamos realizar pequeñas pausas para volver a los apuntes con más energía.

Equipo de estudio. Aunque la preparación de las oposiciones es un proceso individual, la idea de participar en un grupo de estudio puede resultar una experiencia muy productiva. A la hora de estudiar en la biblioteca puedes apoyarte en tus compañeros para resolver dudas puntuales. Eso sí, recuerdas que estáis en un espacio de estudio y no en la cafetería.

Material a la carta. Para conseguir unos apuntes completos será necesario contrastar y ampliar la información. Las bibliotecas cuentan con fondos actualizados sobre legislación, regulación específica y especializada. Además de libros, puedes acceder a otras fuentes como préstamos interbibliotecarios, repositorios, revistas electrónicas o glosarios.

Aunque una biblioteca nunca podrá asemejarse a las cuatro paredes de tu habitación, puedes preparar un kit de supervivencia para sobrellevar las largas jornadas de estudio. Este kit puede variar en función de las necesidades de cada persona. Por ello, mientras la creatividad surge te proponemos algunos esenciales como folios, subrayadores de colores, lápices y bolígrafos.

En materia de concentración cada persona es un mundo, por eso si prefieres escuchar música mientras estudias, unos buenos auriculares son tu solución. Si por el contrario, prefieres el silencio absoluto utiliza tapones, eso sí no te olvides de quitártelos cuando salgas de la biblioteca. Por último, si eres de los que necesitas mantenerte despierto a base de cafeína o teína es recomendable que te lleves un termo.

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